sábado, 30 de noviembre de 2013

Alcàsser. Miguel Ricart, excarcelado. (1/3)




Fue un cinco de septiembre de 1997, cuando la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Valencia dictó sentencia por la causa instruida con el número de Sumario 1/93 de Alzira, sobre el rapto, violación, tortura y asesinato de las niñas Miriam García Iborra, María Deseada Hernández Folch y Antonia Gómez Rodríguez, vecinas del valenciano pueblo de Alcàsser.

Se encausaba a Miguel Ricart Tárrega por los delitos de asesinato, violación, rapto, agresiones sexuales, tenencia ilícita de armas y encubrimiento de asesinato.

El tribunal absolvió a Ricart de los delitos de encubrimiento de asesinato, agresión sexual y tenencia ilícita de armas, condenándole como criminalmente responsable por tres delitos de asesinato -como cooperador necesario-, cuatro de violación -en tres de ellos como cooperador necesario- y tres de rapto -con la agravante de despoblado y ensañamiento- a treinta años de reclusión mayor por cada delito de asesinato y a veinte años de reclusión menor por cada delito de violación, así como al pago de las costas y a la multa de cincuenta millones de pesetas a cada uno de los padres y madres de las víctimas, que en el caso de la madre de Desirée se veía incrementada en otros cincuenta millones por el fallecimiento de su esposo con posterioridad a los hechos enjuiciados.

Todo esto, "en compañía de otro varón identificado y que no se encuentra a disposición del Tribunal y posiblemente de alguna persona más..."

He aquí que nos encontramos a Miguel Ricart condenado a 170 años de cárcel. Pero como fue juzgado por el Código Penal de 1973, que recoge un día de descuento de condena por cada dos de trabajo, sobre el máximo legal de 30 años de cumplimiento, podría haber sido puesto en libertad el 22 de mayo de 2011.

Sin embargo, el Tribunal Supremo confirmó la 'doctrina Parot' a Ricart, por la que los beneficios penitenciarios y redenciones de pena por trabajo se aplicarían sucesivamente a cada una de las condenas impuestas. De este modo, Ricart permanecería en prisión hasta el 19 de enero de 2023.




Llega el 21 de octubre de 2013, y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos procede a derogar la doctrina Parot, a raíz de la denuncia presentada por la etarra Inés del Río Prada, responsable de 23 asesinatos.

El Gobierno en un principio señaló que la sentencia se refería sólo a ese caso. Pero, en la práctica, se ha apresurado a poner en libertad a todos los afectados por la decisión del T.E.D.H.: 54 terroristas de ETA, 7 del Grapo, uno del GAL y 14 presos comunes.

Uno de ellos... Miguel Ricart Tárrega, que sale de la cárcel de Herrera de La Mancha en la tarde del 29 de noviembre de 2013.






Miguel Ricart Tárrega nació en Valencia, el 12 de septiembre de 1969, hijo de Miguel Ricart -ebanista- y Encarnación Tárrega.

La madre de Miguel Ricart murió cuando él tenía seis años, el 6 de marzo de 1975, de un ataque epiléptico. Sólo tenía treinta años.

Miguel estudió en el Colegio de niños huérfanos de San Juan Bautista, hasta los trece años, en donde coincidió con su hermana Encarnación.

Al acabar 5º de EGB consiguió una beca para estudiar en la Universidad Laboral de Cheste, en régimen de internado. Pero algo pasó. De ser buen estudiante, empezó a frecuentar malas compañías. La situación se fue deteriorando hasta que las Autoridades del Centro decidieron sancionarle con la pérdida de los derechos de la beca y la expulsión del Centro.

Así que se volvió a Catarroja, incorporándose al Instituto. A los 16 años abandona definitivamente sus estudios y se pone a trabajar en tareas agrícolas, o como barrendero. Comienza a ir a discotecas y se inicia en el consumo de alcohol, hachís, rohipnol y cocaína.

Las relaciones de Miguel con su padre se fueron deteriorando a causa de los castigos físicos a los que le sometía desde pequeño y por el rechazo afectivo que le demostraba, de modo que a los 18 años abandonó el domicilio paterno.

Y se fue a vivir con su novia, María Dolores Cuadrado Badía, "Loli", a Benetúser. Loli había nacido en Oliva, el 25 de mayo de 1969, y tuvo una hija con Miguel en el año 1990, Rosa María. En junio de 1991 dejaron de vivir juntos.

A esto contribuyó el que Miguel dejara de trabajar, así como el alejamiento de su pareja, en el año 1989, cuando se enroló en la Legión como Voluntario Especial, permaneciendo en Málaga durante 18 meses, con un sueldo de 60.000 pesetas mensuales, de las que enviaba la mitad a Loli.

De vuelta a Catarroja, trabajó en un concesionario de Opel y luego en MercaValencia. Pero, finalmente, abandona todo trabajo y se va a vivir a casa de Antonio Anglés, a quien conocía por ser su proveedor de droga, teniendo especial relación con Roberto Anglés, de su misma edad. Ambos consumían drogas juntos y cometían diversos atracos.

Pero, oficialmente, ¿qué antecedentes penales tenía Miguel Ricart Tárrega antes de ser detenido por el crimen de Alcàsser?


  • Ingreso en prisión el 19 de agosto de 1992, siendo puesto en libertad el 20 de agosto de 1992. Por "utilización ilegítima de vehículo a motor". O sea, por robar un coche.
  • Ingreso en prisión el 4 de diciembre de 1992, siendo puesto en libertad el 22 de diciembre de 1992. Por "amenazas y utilización ilegítima de vehículo a motor."

En resumidas cuentas: robaba coches. Ni más ni menos. Aparte de eso, se vio envuelto, de alguna forma, en el famoso secuestro de la joven toxicómana de 20 años Nuria Pera Mateu, realizado por Antonio Anglés el 8 de enero del año 1990, que la prensa presentó del siguiente modo:





Que transcrito a texto, es más o menos lo siguiente:



“Porque se había portado mal”


Piden 11 años para un “camello” que ató a una mujer 24 horas


18.05.1991


VALENCIA. (De nuestra redacción) – El ministerio fiscal de la Audiencia valenciana solicitó el pasado miércoles once años de prisión para Antonio Anglés Martíns, un traficante de drogas residente en Valencia que tras pegar una paliza a una mujer la mantuvo encadenada a una columna durante 24 horas. Al parecer el motivo de la represalia fue que la víctima, adicta a los estupefacientes en aquel momento, le debía dinero a su agresor.

El ministerio público pidió además penas menores para la madre, la hermana y un amigo del acusado por no haber informado de los hechos a la policía, según cita un despacho de Servimedia.


Antonio Anglés ató a Nuria Pera con una cadena de seis metros en una de las pilastras de la vivienda que los padres del detenido tienen en la localidad de Catarroja. Durante el juicio, el acusado reconoció haber realizado esta acción pero la calificó de “tontería”.


La amenazó con un cuchillo

Por su parte, Nuria Pera declaró al juez que el 8 de enero del pasado año acudió al domicilio de Anglés en la capital valenciana para pagar la parte del dinero que le debía por haberle comprado droga y para anunciarle que el resto se lo daría más adelante.

Según su testimonio el “camello“ la golpeó en varias ocasiones y, amenazándola con un cuchillo, la obligó a acompañarla hasta la casa de los padres. Una vez allí, volvió a golpearla y después la introdujo en una habitación situada en el fondo de la vivienda detrás de un corral, donde la encadenó.


Se portó mal

La joven, que ahora sigue un programa de rehabilitación psíquica, tuvo que ser atendida de las heridas que presentaba a causa de su largo cautiverio, cuando pudo ser localizada y rescatada por efectivos de la Guardia Civil.

Por su parte, la hermana del acusado, Dolores Anglés, para la que el fiscal pide una pena de cuatro meses de arresto por omisión del deber de denunciar el delito, manifestó que la agredida no quiso que llamaran a la policía ni le quitaran las cadenas “porque era consciente de que se había portado mal y tenía que pagar por ello.”



Supuesta imagen de Nuria Pera Mateu, durante el juicio por retención ilegal y malos tratos.


Al parecer, Ricart se pasó los días 9 y 10 de enero de 1990 en prisión provisional por no haber comunicado a la policía la retención ilegal de Nuria Pera. Y eso fue todo. Porque en la vista oral, celebrada el 15 de mayo de 1991, Neusa, Dolores (Kelly) y Ricart resultaron absueltos, mientras que Antonio Anglés fue condenado a más de ocho años de prisión, por secuestro y tráfico de drogas.

Esta, más o menos, añadiendo algún que otro atraco a un Banco, era la carrera criminal conocida de Miguel Ricart hasta que se vio envuelto en el triple crimen de Alcásser.

¿Qué puede hacer que un ladronzuelo de poca monta, atracador eventual y ocasional consumidor de drogas, del submundo más marginal de la zona se convierta en un secuestrador, violador, torturador y asesino, presa de todas las parafilias imaginables? Y, además, en subnormal profundo, si pensaba que podría salir impune de semejantes delitos siendo un don nadie. ¿Por qué jugarse todo su futuro en un crimen horrendo de una sola noche?

En sucesivas entregas iremos viendo si semejante transformación ocurrió en realidad o se nos ha intentado hipnotizar con un guión digno de un Oscar de Hollywood.





Bibliografía:



  1. http://elpais.com/diario/1993/02/02/espana/728607617_850215.html
  2. http://www.youtube.com/watch?v=Fjd4RiCICkw
  3. Blanco Durán, Juan Ignacio. ¿Qué pasó en Alcácer? - Son Expresión S.L. 1998
  4. http://www.lasprovincias.es/v/20131130/valencia/impotencia-rabia-apoderan-padres-20131130.html
  5. http://www.levante-emv.com/portada/2013/12/01/buenos-recuerdos-ricart/1056211.html?utm_medium=rss

viernes, 29 de noviembre de 2013

El triple crimen de Cipolletti.




Cipolletti es una ciudad argentina de la provincia de Río Negro. Es una zona hortofrutícola y fluvial -ya que además del citado río Negro están los ríos Limay y Neuquén-, que pertenece a la Patagonia argentina.

Es una ciudad multicultural y multirreligiosa, con un gran respeto a las minorías, como puede verse en el siguiente calendario de fiestas:





Fue un domingo, el nueve de noviembre de 1997. María Emilia y su hermana Paula Micaela, salieron en el Renault 9 de su padre Ulises rumbo al barrio Magister, para dar un paseo. Serían las siete de la tarde. Por el camino recogieron a su amiga María Verónica, y pensaban ir a buscar a otra, Alejandra Meraviglia, pero no estaba en casa.

Ulises González y Susana Guareschi, tenían dos hijas. Paula Micaela González Guareschi, de 17 años, que estaba a punto de acabar la enseñanza secundaria en un colegio inglés de Cipolletti, el "Sunrise School" y su hermana María Emilia González Guareschi, de 24 años, que estudiaba Ciencias de la Educación en Cipolletti y tenía una hijita, Agustina, a punto de cumplir tres añitos.

Juan Villar y Ofelia Mosconi tenían una hija, María Verónica Villar Mosconi, de 22 años, que estudiaba en la facultad de Ciencias Agrarias en la Universidad del Comahue.





A las nueve de la noche no habían vuelto, y no eran chicas que se retrasaran. El coche seguía estacionado ante la puerta de la casa de Alejandra.

Los padres denunciaron la desaparición en la subcomisaría 69 de Cipolletti, pero no encontraron más que insolencia y desprecio. No se admitió la denuncia porque no se las podía considerar desaparecidas hasta que se cumpliera un plazo de 48 horas. Así que los pobres padres tuvieron que organizar su propia búsqueda, con la ayuda de vecinos y amigos.

Cuando al final se organizaron las patrullas policiales, comenzaron la investigación por la zona opuesta a la que más tarde aparecerían los cuerpos de las tres amigas, a unos ochocientos metros de donde habían dejado el vehículo.






Dante Caballero, uno de los vecinos, su mujer, y su perra doberman Ambar también se unieron a la búsqueda. El martes, once de noviembre de 1997, a las nueve y media de la mañana, Dante encontró el cadáver de María Verónica. Tendida en el suelo, vestida con vaqueros y camiseta roja. Amordazada y con las manos atadas con los cordones de sus propias zapatillas. Había sido salvajemente golpeada y asfixiada y tenía cortes en el cuello.

María Emilia y Paula estaban semienterradas bajo unos arbustos llamados olivillos, a ocho metros de distancia. También estaban atadas y amordazadas. Habían sido golpeadas y asesinadas a tiros. A Paula le dispararon dos veces, en la espalda y en la cabeza. A María Emilia una, en la cabeza.

Las tres habían sido violadas.









No hace mucho que las habían matado, entre doce y dieciséis horas.






Con toda rapidez, el comisario Juan Torres, jefe del operativo de búsqueda, procedió a la detención de dos marginales, Hilario Sepúlveda y Horacio Huenchumir.







Cuatro horas después, el ministro del Gobierno de la provincia de Río Negro, Raúl Juliá, anunció a los medios de comunicación que ambos serían procesados. Efectivamente, fueron procesados diez días después por el Juez Pablo Iribarren. Julio Rajneri, dueño del diario "Río Negro" consideró injusto el arresto y procesamiento y lo criticó.

Debía estar en lo cierto, porque al poco tiempo hubo que poner en libertad a los detenidos.

Finalmente se procesó y condenó a un tal Claudio Kielmasz, que contó al menos cinco versiones diferentes de los hechos. Sin embargo, su condena es por secuestro, ya que, oficialmente se desconoce quién mató a las tres muchachas.








El sumario de 74 tomos, lleno de papeles, fotografías y pruebas no ha servido absolutamente para nada, y cuando se acaban de cumplir dieciséis años del triple crimen no hay nadie procesado, ni siquiera un sospechoso.

Los jueces César López Meyer, Evelina García y Juan Rotter, a pesar de condenar a Claudio Kielmasz y a Guillermo González Pino a cadena perpetua y a 18 años cada uno, no pudieron precisar por qué, ya que el rapto, violación y asesinato de Paula, María y Verónica fueron cometidos por entre cinco y seis sujetos que las interceptaron el 9 de noviembre de 1997 muy probablemente en la calle San Luis y luego las llevaron a uno o más lugares cercanos” donde “sufrieron lesiones de carácter sexual, no necesariamente violación...” "...sin haberse podido establecer quiénes fueron los autores materiales de cada uno de los ultrajes, y/o lesiones, y/o disparos mortales”






¿Incompetencia forense, policial y judicial? ¿O es que hay casos que están condenados a no ser resueltos por causa de "fuerza mayor"?






Últimas manifestaciones de los familiares con ocasión de 16º aniversario:


Familiares de las tres amigas que fueron asesinadas cuando paseaban por un campo de Cipolletti volvieron a marchar en reclamo del esclarecimiento a 16 años del triple crimen porque aseguraron que "la Justicia no dio respuestas".

Ofelia Mosconi y Ulises González encabezaron la movilización que se realizó anoche para recordar a sus hijas y pidieron a la población "tener memoria". "Hay que seguir en la calle, seguir denunciando", dijo la madre de Verónica Villar, una de las tres asesinadas.

Ulises, padre de las otras dos víctimas María Emilia y Paula Micaela, cuestionó el desempeño del juez Pablo Iribarren al sostener que "fue el gran causante de que el crimen no se esclareciera".

A 16 años del triple crimen y luego de frustrados intentos de juicios, Ofelia señaló que "la justicia no nos ha dado respuestas”. “Fue un juicio que nos dejó más preguntas que respuestas", remarcó.

Mosconi apuntó que "la justicia está pero no existe; está como algo administrativo, pero las respuestas no están dadas".

Asimismo, los padres cuestionaron al poder político por no apoyar sus reclamos y señaló que "lo que hace es silenciar a las familias, les preocupa mucho que alguien salga a denunciar. Uno piensa que el poder viene a ayudarnos pero después te das cuenta que viene a silenciar".

En ese marco, consideró que Cipolletti era "una ciudad donde se mata y no hay respuesta", dado que tras este caso se repitieron episodios similares y sostuvo que "Hay muchísimos crímenes, no es una ciudad para vivir y de paz".

"Seguiremos con la denuncia a nivel internacional porque la Corte tiene que determinar que grado de responsabilidad tiene el Estado argentino en el triple crimen, por la falta de justicia en la investigación", remarcó.




En la madrugada del cuatro de abril de 2012 se dictó el fallo contra el juez roquense Pablo Iribarren a quien se acusaba de mal desempeño en la investigación del crimen.

A las 0.45, el presidente del Consejo de la Magistratura rionegrina, el juez subrogante del Superior Tribunal de Justicia de la provincia (STJ), Jorge Bustamante, anunció que el acusado había sido absuelto por mayoría y que se rechazaban todos los cargos.

Tampoco se habían encontrado indicios para investigar a ex-legisladores provinciales que, según la defensa, habrían mantenido conversaciones irregulares con Iribarren.

Por su parte, el acusado declaró que presentaría su renuncia al cargo de juez a partir del 19 de mayo de 2012.

Se mire como se mire, esto parece un trato. "Nosotros te absolvemos, pero tú dimites."

La tía de dos de las víctimas, Mary Mella, tras la lectura de la sentencia se enfrentó a los consejeros diciendo “acá lo único que tenemos es tres chicas muertas, nada resuelto y casos impunes”.

Mientras las legisladoras del Frente para la Victoria Ana Piccinini y Arabela Carreras coincidieron en encontrar indicios de mal desempeño, el resto de los consejeros, entre los que se encontraban Alejandro Betelú (legislador de la Concertación), Diego Broggini (representante del Poder Judicial) y los tres integrantes del Colegio de Abogados de Roca, Justo Epifanio, Sergio Schroeder y Rubí Zuain, además del propio Bustamante, consideraron que el juez  había obrado conforme a derecho, sin cometer faltas.

El presidente del Tribunal acompañó con su voto a Piccinini y Carreras en sólo dos hechos y en el resto de los cargos, su posición fue similar al resto de los consejeros.

Resulta curioso que el Tribunal en pleno pareciera formar un frente común en contra de las legisladoras por  la mayoría.

De modo que tenemos tres jóvenes muertas, un detenido por secuestro -¿puede un sólo hombre secuestrar a tres adolescentes?-, desconociéndose el móvil, los culpables, el lugar del crimen y la naturaleza exacta de las lesiones.

Pero, después de todo, la Policía y el Juez Instructor hicieron un trabajo sin falta alguna y ajustado a Derecho.

Y ahora, las familias a llorar a casa. Sin protestar, para que si buscan algún tipo de corrupción en las fuerzas de orden público, en la administración de justicia o el en gobierno no les digan que han perdido la cabeza por el dolor de la pérdida de sus seres queridos y se han transformado en conspiranoicos. Es una constante en todas partes.

Porque este tipo de crímenes están sucediendo a nivel global, y siempre quedan impunes o se los adjudican al primer marginal que aparece.

Mucho tiene que cambiar el mundo para que se arregle esto. Y me estoy refiriendo a un cambio comparable a la instauración del cristianismo en el Imperio Romano o a la Revolución Francesa. Porque el poder, en todo el mundo occidental, ha caído en las peores manos posibles. No somos ciudadanos, somos súbditos y nos tratan como ganado.




Desde Madrid, España, un abrazo muy fuerte a los hermanos argentinos y, especialmente, a las familias y amigos de las tres jóvenes. No estáis solos.

No descanséis jamás y seguid buscando la justicia. Pues, como dice Edmund Burke "Lo único que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada".










Fuentes:


Portada: Ilustración por Sergio Hugo Castro. Podemos encontrar una muestra representativa de sus obras en la comunidad Devianart: 
http://sergioka.deviantart.com/

http://www.fotolog.com/crimenesimpunes/48323658/

http://www.taringa.net/posts/noticias/10771113/Cipoletti-un-infierno-de-muerte-y-drogas.html

http://blogs.tn.com.ar/ricardocanaletti/1997/11/09/desesperacion_el_primer_triple_crimen_de_cipolletti/

http://blogs.tn.com.ar/ricardocanaletti/1997/11/08/iii_el_engano_del_perfido_el_primer_triple_crimen_de_cipolletti/

http://www1.rionegro.com.ar/diario/multimedia/m_triplecrimen.html

http://deunarealidadviolenta.blogspot.com.es/2011/06/el-triple-crimen-de-cipolletti.html

http://www.diariolapalabra.com.ar/noticia/45312/absolvieron-al-juez-pablo-iribarren-

http://www.pagina12.com.ar/2001/01-07/01-07-07/pag16.htm

http://www.perfil.com/policia/-20070503-0087.html

http://www.clarin.com/policiales/Polemica-Rio-Negro_0_760124105.html

http://edant.clarin.com/diario/1999/11/07/e-06201d.htm

http://www.lmcipolletti.com.ar/noticias/2013/11/10/emocion-dolor-y-un-renovado-pedido-de-justicia_63651

http://www.lmneuquen.com.ar/noticias/2013/11/9/recuerdan-a-las-victimas-del-primer-triple-crimen-de-cipolletti_206023

http://tn.com.ar/policiales/a-16-anos-del-triple-crimen-de-cipolletti-la-justicia-no-dio-respuestas_421223

http://www.lavoz.com.ar/sucesos/16-anos-del-triple-crimen-de-cipolletti-familias-acusan-la-justicia-de-no-dar-respuestas

jueves, 28 de noviembre de 2013

Las desapariciones de Chicago. 2/3




EL CASO DE LAS HERMANAS GRIMES


El viernes 28 de diciembre de 1956, Barbara Jeanne y Patricia Kathleen Grimes, dos hermanas de 15 y 13 años, iban a asistir al estreno de "Love me tender" -la nueva película de Elvis Presley- en el Cine Brighton, que estaba en el 4223 de la Avenida South Archer de Chicago. A las siete y cuarto de la tarde, salieron de su casa en el 3634 de la Avenida South Damen y caminaron dos manzanas hasta la Avenida Archer, donde cogieron el autobús 62. Su madre les había dado 2,50 dólares para el cine y el transporte.





Barbara Jeanne Grimes y Patricia Kathlene Grimes habían nacido el 5 de mayo de 1941 y el 31 de diciembre de 1943, respectivamente Sus padres eran Joseph Cornelius Grimes y Lorretta Marcella Hayes Grimes.

Se habían casado muy jóvenes, un 21 de julio de 1924, cuando Joseph -que era diez meses más joven que Lorretta- sólo tenía 17 años. Él era camionero y ella trabajaba como archivadora en una compañía farmacéutica.

Sus primeros hijos fueron Shirley, nacida en 1926 y Leona, en 1928. Llegarían a tener siete, antes de divorciarse. Joseph volvió a casarse el 18 de agosto de 1956. Su segunda esposa se llamaba Grace Wrage Grimes.

Aquel viernes 28 de diciembre de 1956, Lorretta esperaba que sus hijas volvieran a casa sobre las doce menos cuarto de la noche. Ya contaba con que las niñas verían la película dos veces. 

Pero Bárbara 1 y Patricia se retrasaban, así que Lorretta dijo a su hija Theresa, de diecisiete años, y a Joey, su hijo de 14, que fueran a esperarlas a la parada del autobús.

Llegaron tres autobuses y las niñas no aparecían, así que los dos hermanos volvieron a casa sobre las 12:30, tras comunicar la desaparición al oficial de policía Herman Steinberg, del Distrito 20. A las dos y cinco de la mañana, la señora Grimes llamó por teléfono a la policía para reiterar la denuncia.


1 Bárbara Grimes trabajaba a tiempo parcial en "Wolf's Furniture Store", que estaba en el 4201 de S. Archer Avenue, a un paso del cine Brighton. No hay fuentes que indiquen que la policía investigara al respecto. No interrogaron al propietario o a los demás trabajadores del comercio, lo que me resulta muy extraño. De hecho, me enteré de que Bárbara trabajaba allí gracias a que Lorretta, la madre de la niña, comentó que su hija le había dado el cheque de su paga, junto con la extra de Navidad -25,25 $, el mismo día que desapareció- para contribuir a los gastos familiares. ¿Hay alguna probabilidad de que las niñas pasaran por la tienda ese día? ¿Comentó Bárbara en su trabajo que iba a ver la película en el Brighton?


No se sabe si llegaron hasta el teatro andando o tomaron el autobús. Las vieron en una fila del puesto de palomitas del cine, sobre las 21:30, después del primer pase de la película. El segundo pase terminó sobre las 23:00 y las esperaban en su casa sobre las 23:45. A las 2:15 de la mañana, la madre presentó una denuncia por la desaparición de las niñas.




Una madre desconsolada.


La desaparición ocasionó una de las mayores operaciones de búsqueda de la historia de Chicago. Pero la policía fue incapaz de determinar el paradero de las hermanas Grimes. El 19 de enero de 1957, el propio Elvis hizo un llamamiento a las niñas: "Si sois buenas fans mías, volved a casa para que vuestra madre deje de preocuparse."





El 22 de enero de 1957 la nieve se había derretido y había llovido. Un trabajador de la construcción llamado Leonard Prescott encontró los cuerpos desnudos de las hermanas Grimes tras un guardarrail del German Church Road, en Willow Springs. Bárbara estaba tendida sobre su lado izquierdo con las piernas ligeramente flexionadas hacia el cuerpo. Patricia yacía sobre la cabeza de su hermana, de espaldas, con la cabeza torcida hacia la derecha.

La autopsia, realizada por expertos forenses, se ganó muchas críticas. Debido al contenido del estómago, se determinó que las niñas murieron el 28 de diciembre, el mismo día de su desaparición, y que la causa de la muerte fue el shock producido por la exposición a bajas temperaturas, conclusión a la que se llegó por un proceso de exclusión.











Harry Glos, investigador jefe de la oficina del forense del Concado de County, creía que las hermanas Grimes todavía estaban con vida cuando sus cuerpos fueron arrojados en German Church Road. Afirmó que la fina capa de hielo que cubría los cuerpos de las niñas indicaba que sus cuerpos todavía debían de conservar calor cuando fueron abandonadas y que, dado que el día 13 de enero se había producido una copiosa nevada, los cuerpos deberían haber estado enterrados en nieve. Según esta teoría, las niñas debieron estar con vida al menos hasta el 7 de enero. Después de criticar públicamente la investigación, Glos fue despedido por el Coroner (forense político) Walter E. McCarron el 15 de enero de 1957.






Los cuerpos también presentaban varios arañazos y marcas, incluyendo tres pinchazos en el pecho 2 de Bárbara que podían haber sido hechos con un punzón de hielo y que nunca se explicaron satisfactoriamente. Glos pensaba que Bárbara había sido agredida sexualmente antes de ser asesinada y aunque los patólogos en principio lo desmintieron, el Jefe de Detectives confirmó el mismo día del despido de Glos que el Laboratorio de lo Criminal de Chicago había comunicado que aunque Bárbara había mantenido relaciones sexuales en la fecha aproximada de los asesinatos, no había evidencia de agresión sexual.


2 "... Había punciones superficiales en el pecho de Patricia que la policía especuló habían sido hechas con un punzón de hielo o algo similar, magulladuras en la cara de Bárbara y pérdida de tejido dérmico en ambas niñas debido a la acción de los roedores..." (F1, Pág. 40). ¿Ratas devorando los cadáveres en medio de la nieve?

"... Uno de los cuerpos estaba tendido en dirección norte-sur, sobre el costado izquierdo, con la cabeza enterrada entre las hojas y la hierba, tapada por el cuerpo de la segunda chica, tendida sobre la primera en ángulo recto. El cuerpo de arriba, identificado por el padre como el de Bárbara y como el de Patricia según Harry Glos, investigador jefe del Coroner McCarron, tenía tres heridas en el pecho por punción que parecían haber sido hechas con un punzón de hielo. Había profundos arañazos en las piernas y espalda, aparentemente por el contacto con la maleza. El cuerpo de abajo, identificado por Glos como el de Bárbara, tenía señales y morados en la mejilla, como si la hubieran golpeado. Glos declaró que también podría tener la nariz rota..." (F7)









Amigos de las niñas las vieron el día 28 de diciembre de 1956, a las 9:30 de la noche haciendo cola para comprar palomitas 3 en el cine Brighton,  en el 4223 de la South Archer Avenue. Se estaban riendo y sus amigos no advirtieron nada raro. Los investigadores dieron crédito a esta declaración aunque el estómago de las niñas no contenía palomitas, tal y cómo se determinó en las autopsias. Pero... ¿qué es más importante, un testimonio o el resultado de un análisis forense?


3 Unas amigas judías de las niñas se sentaron con ellas para ver la película. "... Mi hermana y yo no habíamos planeado ver la película con ellas...", dice hoy Dorothy Weinert DeSaga, "nos encontramos con ellas en el puesto de comida, así que nos sentamos juntas..." (F1, Pág. 26).







Mucha gente declaró haberlas visto subir a un autobús de la CTA en la Avenida Archer en dirección este, después del pase de la película. Se bajaron a mitad del camino de vuelta por razones desconocidas.

El día 29, un guardia de seguridad y algunos compañeros de clases declararon haberlas visto. Al primero le preguntaron una dirección; los otros las vieron en el Restaurante Angelose, en el 3551 de la Avenida South Archer. Se desconoce si estas pistas son fiables.

El 30 de diciembre de 1956, a las 5:40 de la mañana, el propietario del restaurante D&L, en el 1340 de West Madison, dijo haberlas visto en su local, a unas cinco millas y media del cine. Patricia estaría bebida o enferma y estaba acompañada por el sospechoso Bennie Bedwell.

Un empleado del Hotel Claremont, después de ver los cadáveres en el mortuorio, identificó a las hermanas por ser las mismas que se habían inscrito en el hotel en esa fecha.

El uno de enero de 1957, se dijo que las habían visto en un autobús de la CTA en la Avenida Damen.

La semana siguiente, un empleado de noche del Hotel Unity, en la calle West 61, denegó a dos chicas, que pensaba podían ser las hermanas Grimes, que alquilaran una habitación, a causa de su edad.

El tres de enero, tres empleados de Kresge creyeron haber visto a las niñas escuchando música de Elvis.

El 14 de enero de 1957, los padres de Sandra Tollstan, compañera de clase de Patricia, recibieron dos llamadas telefónicas sobre la medianoche. En la primera, nadie respondió al descolgar. Pero en la segunda, recibida quince minutos más tarde, una voz aparentemente asustada pregúnto "¿Eres tú, Sandra? ¿Está Sandra?", pero antes de que Sandra pudiera ponerse al teléfono, colgaron. Ann Tollstan, la madre de Sandra, que contestó a la segunda llamada, estaba convencida de que la voz pertenecía a Patricia Grimes.






Lo único que no se discute es que a las 9:30 se vio a las hermanas Grimes dentro del cine, haciendo cola para comprar palomitas. La exactitud de los demás testimonios que afirman haberlas visto en otros sitios está sujeta a controversia. Según esto, llegaron al cine sanas y salvas. ¿Seguro?

Edward Lee "Bennie" Bedwell era un vagabundo analfabeto de 21 años de Tennessee, del que se decía tenía un vago parecido con Elvis Presley. Según Minnie Duros, propietaria del restaurante D&L, en donde Bedwell había trabajado como lavaplatos, estaba junto con las hermanas Grimes en la mañana del 30 de diciembre de 1956.

El 27 de enero de 1957 se presentaron cargos por asesinato contra Bedwell, después de que firmara una confesión declarando que él y otro hombre estaban con las hermanas Grimes el 7 de Enero, después de pasarse siete días bebiendo por los garitos de la calle West Madison y comiendo perritos calientes. Después las golpearon hasta matarlas por haber rehusado sus proposiciones sexuales y abandonar sus cuerpos sin vida el día 13 de enero.

Loretta Grimes, la madre de las niñas, dijo: "Es mentira. Mis hijas nunca irían a la West Madison Street, ni siquiera sabían dónde estaba".

Porque encima se estaba tratando de hacer ver que las infelices niñas se habían metido ellas solas en el lío por frecuentar malas compañías e ir a lugares inconvenientes.

Más tarde, Bedwell se retractó de su declaración, afirmando que la había hecho intimidado por los hombres del sheriff.

La autopsia confirmó la retractación de Bedwell, ya que las niñas no habían consumido alcohol ni perritos calientes, ni habían fallecido a consecuencia de una paliza. Además, Bedwell tenía coartada: había estado trabajando en la Ajax Consolidated Company desde las 4:19 de la tarde del 28 de diciembre de 1956 hasta las 12:30 de la mañana del 29 de diciembre, justo el período correspondiente al rapto y asesinato de las niñas.



Bernie Bedwell declarado inocente.



Otros individuos de los que se sospechó fueron:

  • Max Fleig, de 17 años, que se sometió voluntariamente a la prueba del polígrafo y no consiguió pasarla, tras lo cual confesó haber secuestrado a las niñas. Sin embargo, como en aquella época era ilegal hacer la prueba del polígrafo a un menor, la policía tuvo que ponerlo en libertad, al no haber más pruebas que su propia confesión. Acabó en la cárcel años después, por el asesinato de una joven.
  • Walter Kranz, un encargado de mantenimiento de 53 años, llamó a la policía el 15 de enero para decir que había soñado que los cuerpos de las niñas estaban en el Parque de Santa Fe, entre la Calle 81 y Wolf Road. El parque estaba aproximadamente a milla y media del lugar real de donde se las encontraría la semana siguiente. Kranz dijo a la policía que era habitual en su familia poseer poderes psíquicos. Después de interrogarle en varias ocasiones, fue puesto en libertad.
  • Silas Jayne, propietario de un establo que, según una investigación de Helen Brach, estaba relacionado con los asesinatos de los niños Peterson-Schuessler de 1955, a través del pederasta Kenneth Hansen. Hansen era el propietario de los establos Bro-Ken H. en el 8214 de la Kean Avenu en Willow Springs en la época del asesinato de las hermanas Grimes.

Lo que no deja de ser extraordinario, es que los forenses tuvieran la extraordinaria sangre fría, por decirlo suavemente, de atreverse a firmar dos partes de defunción por asesinato a causa de un shock producido por hipotermia -o sea, que las mataron de frío-, cuando los cuerpos presentaban arañazos, marcas y perforaciones producidas con punzones de hielo. La gente -incluyendo a los violadores y a los acosadores borrachos que pueden pegar a una mujer por resistirse a sus avances- no va por ahí con punzones de hielo. Eso es premeditación y puede tener un fin muy concreto, que ya hemos visto en otros casos.

El misterio permanecerá sin aclarar -porque no se quiso entonces ni se ha querido nunca más- hasta que a alguien se le ocurra otra fábula de las mil y una noches, como la que utilizaron para "resolver" el caso Schuessler-Peterson, del que hablamos en la primera parte de los crímenes de Chicago.





Fuentes principales:


  1. Murder gone cold. Tamara Shaffer. 
  2. Chicago Haunts. The last ride of the Grimes Sisters. Ursula Bielski. 
  3. http://troytaylorbooks.blogspot.com.es/2012/12/thetwo-lost-girls-hauntingmystery-of.html 
  4. http://www.prairieghosts.com/grimes.html 
  5. http://areyouterrified.blogspot.com.es/2012_05_01_archive.html 
  6. http://www.youtube.com/watch?v=6-EQ6MlGuY8 
  7. Chicago Tribune Archives: Find 2 lost girls slain: http://archives.chicagotribune.com/1957/01/23/page/1/normal.jpg